Por
segundo año consecutivo y, mejorando las expectativas posibles, realizamos un
nuevo viaje a Cotos y Rascafría.
Dos
autobuses (muñeco de nieve ROJO y muñeco de nieve VERDE), 140 personas, un sol
radiante y un maletero cargadito de
trineos, palas y botas para la nieve. Gracias a la estupenda organización, y la
puntualidad de todos, salimos a la hora prevista de nuestro punto de origen y
dos horitas después estábamos en nuestro destino: Cotos y sus magníficas montañas
nevadas.
Teníamos
por delante dos horas de diversión: haciendo muñecos de nieve, tirando bolazos
y haciendo carreras de trineos por toda la ladera. Muchos de nuestros peques se
acordaban de la excursión del año pasado pero otros muchos era su primera vez y
ver sus caritas es el mejor regalo. Con un día primaveral –si no veraniego
– disfrutamos tanto todas las familias
que incluso ampliamos un ratito más la hora de vuelta al autobús.
Y ya
con las tripas rugiendo llegamos a Rascafría. Con una estampa preciosa, este
pueblo de la sierra, con sus terrazas y plazas abarrotadas, nos volvió a acoger
en lo que se está convirtiendo poco a poco en tradición. En fila india y, con
algún percance (se nos cayó Carolina, la secretaria, por andar como los
cangrejos vigilando al grupo) atravesamos al pueblo para llegar a los salones
parroquiales que habían cedido al ampa.
Varias
hileras de mesas; cubiertos y platos de plástico; bebida y comida… y buen
ambiente: ¿qué más se puede pedir? Estaba todo buenísimo: el cocido y la sopa
calentitos; la gran paella; macarrones con
chicha y de postre unas espectaculares tartas… Nos dejaron boquiabiertos
por la cantidad y la calidad del menú. Así que aprovechamos la sobremesa al
solecito para agradecer a las artífices de todo esto: Rut Durán, del
restaurante “Cafetería Porfirio”, que fue la que se lo curro de verdad… convenciendo a Juan, el párroco, y haciendo las gestiones oportunas con Ana
García Masedo, la alcaldesa de Rascafría. El AMPA le otorgó, de manos de Raquel
Guerrero, la otra supercurranta, una
tarjeta de agradecimiento y un acalorado aplauso de todos los presentes.
Después
de reposar un ratito la comida en el recinto de la iglesia, y visitando el
concurrido baño, nos dirigimos a la plaza donde esperamos a los autobuses. Otro
ratito de diversión para los peques, haciendo carreras y saltando desde lo
alto. No se les gastan las pilas tan fácilmente a estos todoterrenos!!!
Llegamos
al puente del Perdón donde hicimos nuestra última parada. Desgraciadamente, la
explanada donde jugamos el año pasado estaba cerrada. La alcaldesa nos ofreció
como alternativa visitar las Presillas pero se decidió no ir hasta allí debido
a la distancia y el cansancio de todos los asistentes.
El
trayecto de vuelta fue más silencioso: muchos pequeñaj@s –y algunos grandes– cayeron
en una merecida siesta y los que no, quedaron embelesados con las pelis, que
ahora si, pudimos ver en los monitores. Raquel y Carol, tan buenas anfitrionas
como siempre, repartieron empanadas dulces y saladas a todos los “despiertos”
que quisieron degustarlas.
A
las 19.30 nos dejaban los autobuses en el punto de destino. Cansados, cargados
de mochilas y trineos, pero muy contentos por el éxito de esta salida cargada
de diversión y entretenimiento pero también de convivencia y buen rollo. Qué
gran recuerdo para nuestros hijos e hijas!!!!!!
Agradecimientos
muy especiales:
Mª Elena de Mingo (Desarrollo y Medio Ambiente del Ayto. de
Rascafría). Fue el primer contacto con el Ayuntamiento de Rascafría.
Rut Durán, responsable de “Cafetería
Porfirio”, imprescindible en esta
aventura. Ha dado más del 100% para que todo saliera a pedir de boca.
Preparando la comida, contactando tanto con el ayuntamiento como con la
parroquia, montando mesas y cuidando todos los detalles.
Gracias
también a Juan, el párroco, y Dª. Ana García Masedo, alcaldesa de
Rascafría, por la cesión de los espacios y facilitar todas las gestiones.
Por
último, otra imprescindible de esta aventura es Raquel Guerrero y el equipo, tanto oficial (la Junta directiva, con
mención especial para Carolina Montaña,
Fernando Andreu,Miguel Alonso Y Jose Valencia) como “extraoficial”
(personas anónimas como Rocío Méndez,
mano derecha de Raquel como le ha llamado algún papá y M.Carmen Pérez García de la Comisión de festejos que siempre está al pie del cañón). Y por supuesto, a todos
los socios del ampa que asistimos que tuvimos un comportamiento de 10, en todos
los sentidos.
Redactado por Mónica
Castellanos
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